PODEMOS Y LA CASTA (de Martu Garrote)

Este escrito es de Martu Garrote y viene al hilo de mi anterior post en el blog. Ella es muchísimo más sutil que yo y mas respetuosa con los adoradores del mesías recién llegado a la politica con el insulto entre los dientes.

Merece la pena una lectura sosegada:

El pasado domingo, en las Elecciones Europeas, se produjeron varios hechos destacables, el primero de ellos el tremendo batacazo de los dos grandes partidos políticos españoles, PP y PSOE, que pasaron de tener 12.812.161 a unos raquíticos 7.670.687 votos, pero que siguen siendo los dos principales partidos pese a la debacle, teniendo cuatro millones de votos los populares y tres millones y medio los socialistas.

El siguiente hecho destacable es que, salvando un más que preocupante 54,16% de abstención que no sabe nadie qué hará en los siguientes comicios, se ha producido un importante giro a la izquierda entre los votantes españoles, que han optado mayoritariamente por PSOE con 3.596.324 votos, IU con 1.562.567 votos y PODEMOS con 1.245.948 votos, que juntos alcanzan casi 7 millones de votos.

Todo lo anteriormente expuesto, son hechos objetivos incuestionables que traigo a colación para sustentar mi opinión, que explico a continuación. Que Podemos ha tenido un resultado espectacular, sin precedentes en España, pasando en 4 meses de no existir a tener más de un millón de votos nadie en su sano juicio puede discutirlo. Que han hecho una campaña inteligente en televisión y en las redes sociales, potenciando la figura de su líder mediático y su mensaje atractivo para el votante desencantado, lo avalan los resultados. Y que por todo lo anterior merecen respeto, ellos como organización y sus votantes, es algo que la derecha cavernaria debiera asumir y dejar de despotricar con teorías conspirativas que solo conseguirán convertir a Pablo Iglesias en un Mesías.

El mismo respeto que pido para Podemos, voy a exigirlo también para el PSOE y los tres millones y medio de votantes que han depositado su confianza en nosotros en un escenario muy difícil el domingo pasado. Ya está bien de referirse a los representantes de la segunda fuerza política de este país, con diferencia sobre la tercera, como “la casta”, no solo por respeto a los representantes electos, los políticos, sino también y fundamentalmente a los que les hemos votado.

Basta ya también de hablar del PSOE como parte de un todo en el que se incluye al Partido Popular, 135 años defendiendo los principios y valores del socialismo, una Guerra defendiendo la democracia y la legalidad vigente que representaba la II República Española, 40 años de clandestinidad, exilio, cárcel y exterminio luchando contra la dictadura franquista, una aportación indiscutible a la actual España que vive en paz y democracia desde hace ya 36 años y la construcción del Estado de Bienestar sostenido en una Educación Pública, gratuita y de calidad, una Sanidad Pública, Universal y gratuita y unos Servicios Sociales elevados a la máxima expresión con la Ley de Dependencia, acreditan que no somos iguales, ni parecidos. Somos opuestos.

Entiendo que en el espacio de la izquierda hay ahora mismo tres partidos disputándose el voto: el PSOE, que ha llegado a tener más de 11 millones de votantes, IU que se ha movido en torno al millón y ahora Podemos que irrumpe con fuerza, pero creo que la manera de hacerlo no puede ser insultando, despreciando y atacando a aquellos que hemos ostentado la confianza mayoritaria de la ciudadanía, que hemos trabajado en municipios, Comunidades Autónomas y en el Estado para mejorar la vida de todos y que con aciertos y errores, luces y sombras, somos el primer partido de la oposición y el que más años ha gobernado este país.

Si salís a la calle a defender todo aquello que nosotros instauramos, fundamentalmente Sanidad, Educación, Dependencia, Derechos de los Trabajadores, Libertades individuales, tened al menos la decencia de reconocerlo. Presentad vuestras propuestas, vuestros programas de gobierno, explicadle a la gente qué vais a hacer y sobre todo cómo lo vais a hacer, ganaros su voto proactivamente y dejadnos a los demás defender nuestras propuestas sin ser el blanco de vuestros insultos y amenazas. 

Gracias.