miércoles, 23 de octubre de 2013

¿FIN DEL BIPARTIDISMO?, SOBRE UPyD, CIUTADANS, PARTIDO X, ETC, ETC, ETC.

Este escrito es de agosto de este año, y cobra actualidad cada día que pasa:

¿Fin del bipartidismo? Sobre UPyD y Ciutadans

Según la agencia Metroscopia, a día de hoy el bipartidismo en España ya ha muerto. Los datos obtenidos en una encuesta, realizada por esta agencia a finales de julio, muestran que los dos partidos principales en el panorama político español no alcanzarían, en unas elecciones generales que se celebraran hoy, el 25% de los votos. El Partido Popular obtendría un 23% y el PSOE un 22,8%. IU obtendría un 16,7% y el resto de votos se lo repartirían otros partidos políticos, algunos de nueva creación, como UPyD y Ciutadans, cuyo ascenso sería monumental.

Y esto es algo que, la verdad, me preocupa. Si el polipartidismo significara una pluralidad honesta y un avance hacia la regeneración de nuestra muy maltrecha democracia, la noticia me haría alegrarme infinitamente, pero mantengo muy serias reservas. No pretendo, en absoluto, caer en una pesimista y desmesurada desconfianza, pero existen claras evidencias de que, como decía Cervantes, nada es lo parece en esta “merienda de negros” que es nuestro panorama político, al menos en primera instancia; y, al respecto, considero que la lucidez y la prudencia se nos hacen imprescindibles a la hora de valorar si determinadas formaciones políticas son o no verdaderos “lobos” disfrazados de corderos.
En los últimos días me han llegado, en mi ámbito personal, varios comentarios a favor del líder de Ciutadans, encumbrándole como la alternativa política que mejoraría la situación española y haría que superáramos el bipartidismo. Percibo cierto fervor en ciertos
sectores de la sociedad hacia este líder político que, aun teniendo, sin duda, dotes de convicción y el carisma del que carecen otros muchos, emite mensajes simplistas y oportunistas que, me parece, no son producto de ninguna convicción personal, sino de su capacidad de llegar al gran público diciendo lo que la gente quiere escuchar.

Los españoles estamos ya, a estas alturas, más que escaldados de estas tácticas políticas de manipulación por las que se nos dice lo contrario de lo que, a la hora de la verdad, hacen. Y caer en esa trampa nos está saliendo muy caro, tanto como lo que estamos viviendo con el gobierno actual, que antes de ganar las Elecciones prometía, con mensajes vilmente engañosos, el oro y el moro; pero en cuanto las ganó se convirtió, por el contrario, en el gobierno de desolación que está acabando con todo lo que se mueve, y asolando el país hasta límites que nunca antes hubiéramos imaginado, haciendo suya la frase de D,Alembert, “La guerra es el arte de matar hombres. La política es el arte de engañarlos”.

Dudemos de todas las cosas en que encontremos la menor sospecha de incertidumbre, decía René Descartes, el padre de la filosofía moderna. Y en esos partidos políticos, satélites, por la evidencia, de la derecha (“extrema”), nos encontramos con mucho más que con meras sospechas. En las cuentas de Bárcenas aparecen, supuestamente, anotaciones que atestiguan pagos del PP al partido de Rosa Díez. No es, por tanto, de extrañar que las actuaciones de este partido en el Parlamento vayan siempre a la zaga de las del partido del gobierno y en contra de los intereses ciudadanos.

El líder de Ciutadans estuvo afiliado al PP hasta diez meses antes de fundar Ciutadans en 2006. Este partido se ha opuesto a la Ley de matrimonio homosexual, se ha presentado a las Elecciones europeas en coalición con Libertas, agrupación de corte ideológico de extrema derecha; hace del rechazo al nacionalismo su principal caballo de batalla, junto a su crítica enconada del sistema de representación partidista actual, pero sin cuestionarse los orígenes del mismo. Es decir, aunque no se autodefine ideológicamente, se adivina un importante parecido de Ciutadans con otros partidos de la nueva extrema derecha europea, como el Frente Popular de Le Pen. No es de extrañar que, en este panorama, se vayan generalizando las muestras de radicalismo y fascismo a lo largo y ancho de nuestras fronteras, como la reciente apología de Hitler en la plaza de toros de Pinto.

Así las cosas, nos encontramos con un panorama político desalentador, en el que están proliferando formaciones que, aun vendiéndose como centristas, se alinean en posiciones ideológicas reaccionarias y totalitarias, embaucando con un falso discurso a un sector de la ciudadanía desinformado, acrítico, pero hastiado de una clase política convertida en el verdadero problema y más acuciante peligro para los españoles.

Que la impotencia, la desinformación y la desesperanza no nos lleven a elegir opciones políticas que, al contrario de ofrecer opciones alternativas al bipartidismo, nos lleven a un monopartidismo solapado que acabe con la diversidad democrática. Algunos se alzan con el triunfo dispersando y disgregando al enemigo, y creando alternativas falsas a su servicio. Ojo avizor a las verdaderas izquierdas que, en esta tesitura, están obligadas a unirse y crear un bloque opositor coherente, seguro y contundente frente al radicalismo fascista que, como vemos, se presenta engañosamente y con múltiples caras. Y es que la sombra del franquismo sigue siendo muy alargada.

Coral Bravo es Doctora en Filología


No hay comentarios:

Publicar un comentario