domingo, 1 de septiembre de 2013

NO DISTRAIGAN AL CHORIZO, NOS ESTA ROBANDO.

El presidente delincuente no quiere que nadie le distraiga de no se sabe bien qué. Una forma más de llamarnos idiotas. Intentar hacer que creamos que lo del Caso Rajoy/Bárcenas es una treta política de quienes están en la oposición. Como si encubrir a un presunto delincuente no fuera delinquir. Como si ser cómplice de un presunto delincuente no fuera delinquir. Como si obstruir la acción de la justicia no fuera delinquir. Como si destruir pruebas incriminatorias no fuera delinquir.

Rajoy y su partido “banda” ha cometido más delitos punibles con penas de cárcel que muchos de los que hoy están cumpliendo condena en las cárceles españolas. Eso que en cualquier país civilizado del mundo occidental supondría dimisión inmediata y convocar elecciones por el Jefe del Estado, en el Caso Rajoy, una de las piezas separadas del Caso Gurtel, es según el presidente delincuente una “distracción” de sus “deberes” de gobierno.

Y pretende el delincuente que le creamos y si no lo hacemos, a él nadie le va a levantar el culo del sillón de La Moncloa. Porque entre otras cosas se tomo muchas molestias en mentirnos durante más de siete años con la ayuda impagable de los utópicos Indignados a los que también engañaron con acampadas y manifestaciones dirigidas por los suyos o al menos eso es lo que a todas luces parece que fue así.

Cuatro años llevo diciendo que Rajoy es cómplice y encubridor de la Gurtel y de todo el robo en comisiones ilegales por adjudicaciones de obras a las grandes constructoras. Cuatro años llevo denunciando en el blog lo que el PP es y lo que ha estado haciendo y seguirá haciendo si antes no lo evitamos. Y siento decir que "no me gusta ni un pelo el aspecto de la orina del enfermo, doctor".

Con un juez de broma, un fiscal del PP que solo busca causas de anulación del proceso, un
abogado del único que está en la cárcel (antiguo juez condenado por prevaricación en el Caso Polanco), las acusaciones particulares que ya no saben por donde van, y un presidente delincuente cobarde y sinvergüenza incapaz de dar la cara aunque solo sea para seguir riéndose de los españoles, lo veo todo como muy chungo.

A finales de este mes debería tomar el Caso Rajoy el magistrado Carmona, que ahora esta de vocal en el Consejo General del Poder Judicial, pero eso depende del PP que tiene todas las cartas en su mano para atrasar ese retorno al juzgado que pertenece por que este magistrado no es de los de su cuerda. Vamos que no es un juez “más que amigo del PP”. Esto se puede convertir en una causa de anulación de todo lo instruido desde Garzón por no haber sido el juez predeterminado el que instruyera el caso. Y eso lo saben todos, incluso el juez Ruz tan lento en sus decisiones y tan mojigato en los plazos y tiempos que marca la ley.

Cuando hace ya muchos años se levanto el Caso Filesa, de financiación ilegal del PSOE en el que se adjudicaron obras por un valor aproximado de unos 18 millones de pesetas, el juez que llevo el caso puso patas arribas sin avisar previamente la sede del PSOE, llevándose toda la documentación que creyó conveniente incluidos ordenadores. Cuando más recientemente se abrió el Caso Palau, de financiación ilegal de CDC, el juez que lo lleva ordeno que se entrara en la sede de Convergencia Democrática de Catalunya y se hiciera copia de todos los discos duros de los ordenadores además de llevarse toda la documentación que tuvo por conveniente. Cuando se abrió el Caso EREs la jueza Santa Mercedes Alaya, requiso todas las actas de la Junta de Gobierno de Andalucía haciendo que se las llevaran al juzgado la policía judicial. Cuando hace unos meses se intento registrar la sede del PP alguien aviso de que eso no se podía hacer y el juez se "cago" literalmente en la toga y no se paso de la puerta de Genova trece. 

¿Qué es lo que ha impedido al juez Ruz que se actuara de la misma manera?, ¿Por qué hemos de aguantar que la justicia en todos los casos en los que el PP o alguno de sus miembros amigo del dinero que pagamos con nuestros impuestos, sea lenta y sobre todo indulgente con ellos. Que cuando no los saca de la cárcel en dos ocasiones, como en el Caso Blesa, les avisa con tiempo suficiente para que destrocen las pruebas que los incriminan?, ¿Donde están los libros de visita que pidió el juez y que jamás han entregado alegando que se destruyen de manera sistemática?
  
Tenemos un presidente que en el argot de la calle se podría llamar un “chorizo vulgar y corriente”, pero disfrazado de señor, una virtud que jamás volverá a lucir en su curriculum de cómplice y encubridor de presuntos y no tan presuntos delincuentes. Que ostenta la jefatura de un partido con contabilidad en B de dinero negro, hecho ya probado por el juez y aceptado por el fiscal y las acusaciones, pero que los miembros del PP siguen negando por si cuela, sabiendo de antemano que se tiene que ser muy gilipollas o muy Rajuenda para defender esa negativa. Los primeros lo hacen gratis, el segundo debe cobrar por hacerlo.

Un presidente delincuente que mientras nos decía que necesitaba mucho el dinero y que cada día miraba su cuenta corriente porque no le llegaba a fin de mes con el dinero que cobraba,  estaba cobrando el doble en sobresueldos en dinero negro que provenía de la financiación ilegal de su partido durante más de veinte años, y al mismo tiempo millones de españoles en desempleo y en la miseria. En estos momentos seis millones quinientas mil personas están en paro en España y el presidente delincuente Rajoy nos quiere entretener con sus distracciones.

No se puede ser más miserable, cobarde y canalla que el que llega al poder mintiendo a
todos, le voten o no, y tras saberse que es un delincuente, un chorizo vulgar, se esconde tras un plasma de televisión, se refugia entre los miserables que mienten por y para mantenerle y acaba por escaparse huyendo de las Cortes donde debería decir la verdad a todos los españoles, con una gira por diversos países mientras en España la miseria, la rabia y la estupidez crecen de manera insoportable.

Esto es lo que puede dar de sí un delincuente, jefe de delincuentes. Mientras los silencios de quienes más vociferaban antes de las elecciones son en estos momentos la medida de la pestilencia de la cloaca en la que se convirtió la sede del PP en la Calle Génova trece de Madrid.  Saldrán de nuevo a mentir a manipular a distraer si pueden a quienes desean con toda su alma que se acabe esta pesadilla. Pero desestimar  cualquier esperanza de que se comporten con la vergüenza y la dignidad que cualquier persona honesta haría. Son chorizos, desde el primero al último y hasta que no los echemos por la fuerza de las urnas estos seguirán robándonos e intentando engañarnos a la mínima ocasión que tengan.

Ya lo saben, no distraigan al chorizo, esta robándonos.

    



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